La Respiración Primaria
A través de todas estas, por un lado metáforas y por otro realidades, en ese nivel de intercambio del organismo con el entorno y el proceso homeostático que sucede vamos al concepto de Respiración Primaria.
La Respiración Primaria hace referencia a la relación existente entre el cuerpo físico manifiesto y el entorno, la naturaleza inmaterial que lo sustenta.
Una conexión invisible, también homeostática, siempre presente que organiza el organismo y lo mantiene. En otras palabras lo dota de vida.
En palabras de Erckhart Tolle:
No soy el habitante de un cuerpo vivo, soy la vida que anima el cuerpo.
En realidad, la vida no es algo que yo como organismo absorbo de fuera como si fuera oxígeno, -utilizando de nuevo la metáfora- somos el oxígeno mismo.
Los principios de los que hablo no están sujetos al método y rigor científico sino al conocimiento experiencial, aunque no creo que haya ningún científico que pueda concebir al ser humano fuera de la interrelación con el universo en el que está inmerso.
Además de la evidencia -científica o no- de que el entorno nos sustenta en cuanto a la expresión de las energías elementales como son el calor, el aire, el agua y los elementos más sólidos, absolutamente necesarios para configurar la estructura física de nuestro cuerpo y para nuestra existencia, estas energías están inmersas en un plasma fundamental, es la esencia que sostiene y anima estos elementos. Este plasma es la vida que anima, que se manifiesta en todos los seres, que sostiene el universo y todas sus formas, las que podemos percibir con nuestros sentidos y las que no.
El cuerpo físico está sustentado, contenido dentro de un cuerpo mayor que forma la matriz energética sobre la que se urde la forma más densa.
Si observamos la grandeza del cosmos quizá nos surja preguntarnos como se organiza eso, si observamos como se desarrolla un embrión, los millones de moléculas que forman células, que cada una sabe donde tiene que ir y cual es su función nos podemos quedar maravillados.
Esto queda reflejado en un experimento que se inició hace años en el hospital Gregorio Marañon de Madrid. El cardiólogo-investigador Francisco Fernandez Avilés logró reconstruir la forma y la función de un corazón de rata mediante la aportación de células madre.
Narra como en un experimento con el corazón de un ratón este fue descelularizado, o sea que por medio de detergentes se fueron eliminando las células hasta dejarlo convertido en una estructura reticular, un andamiaje básico. Posteriormente se sembraron células madre adultas pudiendo regenerar el órgano completo con todos sus componentes. Esas células madre han sabido reconocer en esa estructura tridimensional sin células, el camino que tienen que seguir, cuanto tienen que crecer, y en que tipo de célula se tienen que convertir para hacer un órgano funcional, ya que el corazón además de las células cardiacas tiene vasos, nervios, etc.
El Dr. Fernandez dice literalmente: Primero influye la espacialidad, primero se configura el espacio y después se crea el órgano.
https://youtu.be/_1bzjwBuQUc
Podemos encontrar esta información sobre el minuto 13 del video.
Este sorprendente experimento viene a corroborar la “idea” de que el cuerpo físico está contenido dentro de un cuerpo energético, una espacialidad que actúa a modo de maqueta o matriz sobre la que se organizan las células, formando tejidos, estos forman los órganos y sistemas en una interrelación armónica.
Este cuerpo energético mantiene una estrecha relación con el cuerpo denso, de hecho lo permea por completo, se encuentra de manera no visible a su alrededor, y también en el interior animando los fluidos corporales y por tanto a la totalidad de las células del organismo.
Regresando al experimento del ratón, el periodista científico Eduard Punset que es quien entrevista al Dr Fernandez Avilés le pregunta:
Y como saben?, quien les dice que es lo que tienen que hacer?.
Esa gran pregunta no ha tenido aún una respuesta científica, al igual que no se sabe el como se construye un embrión, como está organizado el cosmos o el sentido de la existencia, pero son realidades que vivimos aunque no nos las sepamos explicar.
Es evidente que hay una Inteligencia –con I mayúscula– que organiza la forma, una fuerza que trasciende nuestro entendimiento que anima el mundo manifiesto.
Al igual que el corazón del ratón el Dr. Fernandez narra que esta misma dinámica se ha podido recrear en colaboración con la universidad de Minnesota en animales enteros, primero pequeños, y posteriormente mas grandes logrando reconstruir cuerpos enteros.
Así, el corazón y otros órganos tiene la espacialidad que conforma la maqueta de lo que va a ser su configuración física, y también un cuerpo entero tiene esa espacialidad que lo va a configurar como organismo complejo y funcional.
Podemos decir que el origen de la forma se encuentra en los cuerpos (espacio) previos a la configuración de la materia física.
Hay una relación invisible entre estos cuerpos, uno esta dentro de otro. Como seres humanos somos el cuerpo físico denso, y también somos el cuerpo energético que lo sustenta, somos ambos. Algo así como el aire que penetra en el cuerpo, todos se interrelacionan por medio de el, pero no lo vemos, somos como ese aire, que está dentro y fuera.
Evidentemente esta espacialidad es portadora de esa cualidad Inteligente que dirige la formación del organismo que alberga a modo de red o matriz energética.
De modo que este cuerpo invisible y el cuerpo denso que se forma en su seno mantienen una intima y permanente relación, de manera que la estructura corporal no solo se forma, sino que esa fuerza que dirige su formación también sigue organizando su mantenimiento durante todo el tiempo que a través de ese organismo se manifiesta la vida.
Estos cuerpos más densos, el energético y el físico, son los cuerpos que configuran la individualidad, lo que estoy destinado a ser como manifestación física, orgánica, psicológica. El como se va a configurar la persona que soy, o creo ser. Pero este cuerpo denso y ese más sutil, llamémosle energético, tampoco son independientes, también están inmersos en otro cuerpo/espacio mayor. En física cuántica, que es la ciencia o metaciencia que pretende definir lo indefinible lo llaman Campo.
Este concepto de Campo ya está expresado desde muy antiguo por las diversas filosofías y religiones del mundo.