La supervivencia, … la economía

El sentimiento de carencia

Empiezo este escrito sin saber que decir, pero creo que es importante porque es una de las trabas que manifiesta mucha gente a la hora de hacer un trabajo personal profundo, y es el tema de la economía, de la supervivencia.

Claro, que no solo lo veo en los demás, sino en mi mismo. 

En mi opinión, basarse la pirámide de Maslow, o sea en la necesidad de tener cubiertas las necesidades básicas para tener motivación por el desarrollo espiritual no me resuena, hay miles de evidencias que lo contradicen. Yo mismo siento que he tenido este interés durante toda mi vida, por supuesto con altos y bajos, y no estoy en absoluto en la cumbre de la pirámide.

Es cierto que hay que pagar las facturas, y quizá también sostener a unos hijos, y claro, esto no permite pasar todo el día en meditación o retirado en un monasterio, pero, si tienes interés puedes orientarte al espíritu aún en tus tareas cotidianas.

El mayor problema de tener que obtener fondos y sostener una economía, es quizá el estrés que eso produce, y sobre todo cuando hay una actividad mental intensa y negativa al respecto. Parece que hay que enfocarse en actividades que sean lucrativas, lo prioritario es ganar dinero, hay miedo a quedarse parado y no generar lo suficiente, esto también obliga a coger trabajos que no son satisfactorios, y así perpetuar la historia. 

Lo que quizá podamos observar es que hay un miedo a la carencia, o también nos podríamos preguntar si en el fondo no tenemos el sentimiento y la creencia de ser carentes. 

Si hacemos esa introspección mas profunda podríamos decir que si te sientes carente es por que internamente no te sientes pleno, y si no te vives en plenitud, como nos vivimos la mayoría de los humanos, estas carente de algo, algo falta, ya pongas ese sentimiento de carencia en la economía, en no sentirte querido, o en no tener lo suficiente con algo, lo que sea. Hay personas que son muy ricas, pero a la vez muy ambiciosas, han querido tapar la carencia con posesiones, pero nunca hay bastante, simplemente porque hay un sentimiento de carencia profunda, que es la carencia del Yo, y esta no se puede tapar con otra cosa.

Si lo miramos así, esto ya no es un problema mundano, es un problema espiritual, o mejor dicho de falta de conexión con el espíritu.

Si, esto está muy bien, dirán algunos, pero mi problema no tiene que ver con amasar, con querer llenar el vacío interior por medio de cosas materiales, lo que yo necesito es llegar a final de mes, tener unos ingresos que me permitan no preocuparme por la escasez.

Aquí se me viene la pregunta de ¿que es primero, el miedo por la falta de ingresos, o el miedo que proviene del sentimiento de carencia, del vacío interior?. Porque si es esto segundo posiblemente estaré simbolizando esta ausencia de algo -que siempre es la falta de conexión con mi Ser interior- en este caso en la economía, y en el supuesto de que esta cambiase de rumbo y tuviera ingresos mas que suficientes, este sentimiento de vacío posiblemente se orientará, se simbolizará en otra área de la vida, y también surgirá la ansiedad de quererlo tapar. De ahí el ansia por la comida, por el trabajo, por las drogas, el tabaco, el alcohol, el sexo compulsivo, el deporte compulsivo, el apego a personas, a situaciones, los hábitos, … etc. Todos ellos comportamientos abocados a paliar el dolor y los sentimientos de ese vacío interior con los que muchos de nosotros nos podemos sentir identificados.

Así que partimos del por que no nos orientamos más a la práctica espiritual, a la conexión con el espíritu, decimos que necesitamos una mayor estabilidad económica para ponernos en ello, y parece que la respuesta da la vuelta y nos dice: si te pones en ello, si atiendes a esa sensación de carencia y vacío interior, o sea, si haces la práctica espiritual, quizá te sientas mas pleno y no proyectes la carencia afuera.

La respuesta parece un pez que se muerde la cola, tampoco podemos iniciar una práctica espiritual con el fin de que tengamos mas ingresos, aquí nos estaríamos haciendo trampa, y lo peor es que nos estaríamos engañando.

Es el sentimiento de carencia lo que tratamos de cambiar, no las aparentes consecuencias o los símbolos en los que lo vemos representado. De nada serviría arreglar el asunto económico, para después tratar de llenar mi sentimiento de vacío interior con alcohol o drogas, quizá pasaríamos de un problema a otro mayor. 
El origen de esos sentimientos está dentro, ¡me falta algo!, y no es una pareja, un buen coche, tener hijos o un cuerpo mejor. Lo que me falta es reconocerme a Mi mismo.

Y si, un escrito tras otro llegando al mismo lugar, no hay otra solución para nada que no sea el “Conócete a ti mismo”, en el sentido profundo de la frase. Todo lo que podamos ver “ahí fuera”, en el mundo, es consecuencia de esa carencia.

“No se trata de ser mas abundante o menos abundante, se trata de Ser o no Ser”

Siempre, la pregunta final que me hago es: ¿y, que hacer? Lo primero que se me viene es la palabra Confianza, la escribo con mayúsculas porque no se trata de un “yo puedo”, sino más bien de un Yo Soy. He escrito sobre eso en el artículo anterior. Ir…. 

Ahí hablo de que confiar es alinearse con el flujo de la vida, de que este es como es, hagamos lo que hagamos. Que como personas (ego) no tenemos nada que hacer, que la única opción es dejar nuestros aparentes problemas en manos del espíritu que somos.

He propuesto alguna práctica de esto en artículos anteriores, …

Ya veo que el escrito no llega a solventar para nada el tema de la economía y la supervivencia, … no es una solución muy optimista para el ego, pero si que lo es para el Espíritu, quien dice que una vez alineados con El, esos problemas son inexistentes.

Rafael Martiz

2 respuestas a «La supervivencia, … la economía»

  1. Hola Rafa. Interesante tu escrito, pero las fuerzas inconscientes son poderosas. Lo primero es el instinto de supervivencia, es algo irracional y si no tienes que comer, no hay demasiado tiempo para pensar y buscar ya sabes «la razón de la sinrazón…..».
    No obstante, admito que los períodos de crisis nos ayudan a acercarnos a lo esencial.
    Es complejo, como todo lo humano, como lo divino.
    Una opinión, un abrazo. Francesc.

    1. Gracias por escribir Francesc, casi se me pasa porque no sabía donde mirar si habían comentarios.
      Si, creo que es cierto lo que dices, pero lo que planteo es si ese sentimiento de carencia no proviene del vacío interior y por esto mismo es por lo que se proyecta afuera. Intuyo que si uno está en plenitud, todo lo mundano es superfluo,…
      Un abrazo!!

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